Y entonces ahí sentada en mi silla frente a la computadora, eché mi cabeza hacia atrás con cansancio en el cuello y cerré mis ojos...
Te vi, ahí mirándome y sonreíste, te tomé de la mano y me levanté de la silla ondeando el vuelo de mi vestido circular floreado rojo...
sonreí contigo y caminamos a la puerta...
Era mágica la tarde soleada en primavera; el canto de los pájaros, las mariposas sobrevolando nuestras cabezas, te acercaste a mi oído y me susurraste suavemente "qué linda estás" , provocaste mi sonrojo...
se escuchó un ruido seco que me hizo dar un salto, y entonces, vi un edificio de papeles que mi jefe había aventado a mi escritorio diciendo -¡No te duermas!...
-Frey 9 de agosto de 2019.
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