Carta de Julio.

Ya salí y entré de mi cuarto no se cuántas veces, me cansé de buscarte, me cansé de esperarte, me cansé de fumarte, me cansé de tomarte... Sé que te duele así como a mí, sé que tu ausencia nos ha dañado a los dos, pero así lo decidiste y me he resignado a respetarte, a darte lo que estoy recibiendo de ti, tu ausencia, tu duda, tu complejidad para hacer las cosas... sabes... pensé que me iba a desmoronar como la ultima vez, pensé que mi vida pararía sin ti otra vez, que no encontraría la luz al final de ti... pero no , no es así y no sé si me gana más el coraje o la tristeza de que no me hayas buscado aún, pero por si te lo preguntas, estoy bien, si, claro que me duele, pero sigo en mis asuntos, trabajando, yendo al gimnasio, sigo preocupandome por estar bien, y te juro que estoy luchando por no caer de un precipicio al que me has destinado...

No te necesito, mi vida no se parará si no estás aquí, aunque te extraño y aunque me duelas, la vida, mi vida, no termina contigo ni empezó cuando llegaste, yo soy y seguiré siendo yo aunque ya no estés... Aún te amo y esperaré que regreses, pero si no lo haces, yo estaré mal un tiempo pero seguiré funcionando y en algún momento estaré bien después... mucho después.